Altos costes de la campaña electoral. Días dedicados íntegramente a los innumerables actos electorales. Dinero y tiempo.
¿Por qué quieren ser presidentes del Barça? ¿qué les mueve?
Si se les pregunta, respuesta común: por amor a los colores. El sueño de cualquier socio/a.
A los humanos nos mueven los sentimientos. De acuerdo. ¿Algo más? Vanidad. El mero hecho de ser candidato a la presidencia del FC Barcelona ofrece unas cuotas de popularidad impensables de conseguir por otros medios. El eco mediático del Barça es un aliciente difícil de despreciar.
Al ego se le suma el poder que otorga el cargo. Algunos incluso se atreven a dar más autoridad al presidente del Barça que al de la Generalitat. Una visión distorsionada de la realidad pero válida para una parte de la sociedad.
Poder y sus correspondientes contactos. Sirva de ejemplo Joan Laporta. No le ha ido nada mal.
Notoriedad, mejora de la proyección profesional y personal. Motivos suficientes y compartidos por muchos. Un problema: el punto de partida. El socio/a que quiera ser presidente del club debe tener un patrimonio capaz de afrontar el aval. Es obligatorio avalar una parte del presupuesto (27.652.786 euros para la candidatura continuísta y 58.553.984 euros para el resto). Esta premisa sirve para evitar excesos en su posterior gestión pero al mismo tiempo es un obstáculo insalvable para la mayor parte de la masa social, quedando siempre a la sombra.
Saludos. VISCA EL BARÇA!
¿Por qué quieren ser presidentes del Barça? ¿qué les mueve?
Si se les pregunta, respuesta común: por amor a los colores. El sueño de cualquier socio/a.
A los humanos nos mueven los sentimientos. De acuerdo. ¿Algo más? Vanidad. El mero hecho de ser candidato a la presidencia del FC Barcelona ofrece unas cuotas de popularidad impensables de conseguir por otros medios. El eco mediático del Barça es un aliciente difícil de despreciar.
Al ego se le suma el poder que otorga el cargo. Algunos incluso se atreven a dar más autoridad al presidente del Barça que al de la Generalitat. Una visión distorsionada de la realidad pero válida para una parte de la sociedad.
Poder y sus correspondientes contactos. Sirva de ejemplo Joan Laporta. No le ha ido nada mal.
Notoriedad, mejora de la proyección profesional y personal. Motivos suficientes y compartidos por muchos. Un problema: el punto de partida. El socio/a que quiera ser presidente del club debe tener un patrimonio capaz de afrontar el aval. Es obligatorio avalar una parte del presupuesto (27.652.786 euros para la candidatura continuísta y 58.553.984 euros para el resto). Esta premisa sirve para evitar excesos en su posterior gestión pero al mismo tiempo es un obstáculo insalvable para la mayor parte de la masa social, quedando siempre a la sombra.
Saludos. VISCA EL BARÇA!
(fotografía propiedad de La Vanguardia)
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